Remato mi cerebro (esta escrito en las aguas)
con sus tuercas y anillos, su vertiginosa lengua
¡Se remata con chimenea y todo!
Un poco de grasa es cuanto necesita,
una mano de cal, una gota de amor
quien sabe
Lo entrego, sin embargo, con cierta angustia.
Mantiene su estructura de caoba, sin incrustaciones,
anterior a Amassis, mi pariente definitivamente seco.
Si no hay interesados, se permuta
por una maleta, un trozo de pan, es necesario
comer en esta casa.
DORMIR
cerrar a veces los ojos
Construido a prueba de golpes, se estremece
todavía; y se remonta
en las noches
para aullar entre los perros
la palabra
JUSTICIA
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